martes, 16 de diciembre de 2014

LeBron James, ¿a los Lakers en 2014?

Apenas unos minutos después de que Dwight Howard anunciara que prefería Houston a Los Angeles, Kobe Bryant publicó en Instagram una foto abrazado al español Pau Gasol, pasado y presente de unos Lakers cuyo futuro empezará a perfilarse dentro de un año. Howard, de 27 años, era la piedra sobre la que articular los Lakers post-Bryant, pero el pívot quizás más determinante de la NBA se decantó por los jóvenes y prometedores Houston Rockets, diciendo no a 118 millones de dólares por cinco años y a la franquicia con más anillos de campeón, la más glamourosa y quizás la de mayor presión.

Bryant, la megaestrella que no pudo convencer a Howard y que la noche del viernes dejó de seguirlo en Twitter, cumple 35 años el mes próximo y se desconoce cuándo y en qué estado volverá a las canchas tras una grave lesión en el tendón de Aquiles. "Seguiremos adelante en una dirección diferente", dijo en un comunicado el viernes el mánager general de los Lakers, Mitch Kupchak. La salida de Howard tras apenas una temporada con mejores números (17,1 puntos y 12,4 rebotes) que sensaciones en un equipo cargado de problemas y que cayó en la primera ronda de los play-offs supone que Gasol, que hoy cumple 33 años, continúe la campaña que le queda de contrato y vuelva a tener que ser el socio de Bryant como en las exitosas campañas de 2009 y 2010.
Las diferencias que mantuvo Gasol con el técnico Mike D'Antoni quizás desaparezcan ahora al volver a ser el hombre alto del equipo. Los problemas físicos y la falta de acoplamiento con Howard provocaron la peor temporada del español en Los Ángeles: 13,7 puntos y 46,6 por ciento de acierto en lanzamiento. La edad y el estado físico de Bryant y Gasol imponen pensar en el futuro. Ya sin Howard, los Lakers, que perdieron en febrero a su líder en los despachos, el fallecido Jerry Buss, están obligados a regenerarse.
El equipo está tan por encima del límite salarial que no tiene margen para poder contratar a una estrella que el mercado. Por ello, el equipo afrontará una temporada de transición. Al final de la próxima todo cambiará: expira el contrato de Gasol (19,3 millones de dólares al año) y el de Bryant (27 millones), que decidirá si continúa o no. Por lo tanto, habrá espacio en el vestuario y margen salarial suficiente para contratar una o dos grandes estrellas.
Y el mercado de agentes libres dentro de 12 meses es jugoso: LeBron James, Dwyane Wade, Carmelo Anthony, Zach Randolph, Chris Bosh, Rudy Gay o Luol Deng. Ese futuro incierto fue quizás lo que tampoco gustó a Howard, que estará cuatro años en Houston por 88 millones, menos de lo que habría ganado en California. "Houston era la mejor opción desde el punto de vista de mi juego", justificó su decisión en una entrevista con "Los Angeles Times". "No quiero ofender a Mike D'Antoni, pero estamos hablando de Kevin McHale, que tenía un millón de movimientos en el poste", dijo sobre el que será su nuevo entrenador.
Howard, que buscará en Houston el anillo que no pudo lograr en Orlando y que ni si quiera acarició en su año en Los Angeles, tendrá unos compañeros con los que optar al título y sobre los que descargar una presión que le incomoda. A James Harden, Jeremy Lin y Chandler Parsons -ninguno supera los 24 años- les faltaba un compañero interior como Howard, quien junto a McHale y Hakeem Olajuwon, consejero del equipo y mito de la franquicia texana, podrá evolucionar también como jugador. Olajuwon ya ayudó a LeBron James a mejorar su juego en el poste hace dos años. "Quiero ganar un título y ser la persona que soy, divertirme jugando al baloncesto. Creo que es lo que encontraré en Houston", dijo al "LA Times" Howard, dejando ver lo complejo que es ahora formar parte de los Lakers

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